Los tiempos cambian y las necesidades también, si hace unos años alguien nos hubiese dicho que pusiésemos una ventana en el tejado de la casa para iluminar una estancia que no era la buhardilla o que tuviese otra utilidad que permitir el paso al tejado, que hubiésemos dicho que eso no era posible, que sería una fuente de problemas, y ya lo de pensar en abrir una ventana en el techo para permitir que la luz natural se filtre por el pasillo podría parecer hasta ciencia ficción.

Hoy en día es una práctica que cada vez está más en boga, igual piense que se va a inundar la casa o que la capacidad aislante del tejado va a quedar en entredicho, nada más lejos de la realidad.

Quizá la instalación de este tipo de ventanas sea más compleja, pero ello no afecta, necesariamente ni al presupuesto ni a la calidad de los materiales, vienen preparadas para integrarse perfectamente con la cubierta de la casa, sus tapajuntas están diseñados de manera que sean compatibles con cualquier tipo de material de cubierta y además el agua de lluvia se dirige a las canalizaciones del tejado debido a que la sección superior del tapajuntas como los laterales se solapan con el material de la cubierta de manera que el agua se desliza por los laterales hasta llegar a la canalización del edificio.

Asimismo, se pueden instalar ventanas oscilobatientes, giratorias, con acabados en poliuretano, en madera, en aluminio, con sistemas de apertura manual, eléctrica o accionada mediante energía solar, con sistemas de seguridad, cristales tratados, cortinillas, etc.

Por lo que respecta a las ventanas en los techos, éstas en muchas ocasiones no se pueden abrir, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de la limpieza y el gasto extra que nos puede suponer al necesitar los servicios de un limpiacristales. Es muy habitual instalarlas en los pasillos y zonas de paso, constituyen una fuente adicional de luz, no necesariamente deben conectar con el exterior, las modernas técnicas de iluminación hacen posible crear la ilusión de realidad, de que es cierto que la luz que entra es natural aunque sepamos que el secreto está en una bombilla que simula la luz del día.